lunes, 4 de febrero de 2008

Síndrome post-vacacional

Bueno, las vacaciones se han terminado oficialmente (aunque nos estamos tomando el lunes como día de "reajuste") y mañana nos incorporamos de nuevo al trabajo como buenos y laboriosos ratoncitos. El viaje de vuelta fue un poquito "bumpy", de esos que duran el doble de lo esperado y con las azafatas poniendo cara de "nosladamosnosladamosnoslavamosadar". Ya habá empezadon con buenos presagios (media hora de retraso en la salida, en la tele de la cafetería "impacto TV" enseñando aviones impactando...) y no defraudó, no señor.

Lo que si fue un poquito defraudante es descubrir el hecho de que el aeropuerto de Asturias (que os digan lo que os digan NO está en Oviedo, no me canso de repetirlo, que luego la gente se encuentra con sus maletas a medio camino entre Pravia y Avilés y pasa lo que pasa) no da problemas para llevar comida en el equipaje de mano. Defraudante digo por descubrirlo ya en el aeropuerto, habiendo dejado en casa dos latas, una de paté de cabracho y otra de paté de centollo, por miedo a que se quedaran en el control de seguridad. La sidra ni de coña, eso si.

Y encima Arturito dieciendo que faltamos cocineros en Asturias. Cuando yo digo que voy a acabar volviendo...

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