lunes, 13 de octubre de 2008

Sabor a sal


No se me asusten, no. Nuestra nueva casa está en unas condiciones bastante mejores que la de la foto (que, por cierto, ha sido robada de la pagina de este señor cuyo visionado aconsejo. Su lectura no, la verdad, porque no la he leido. Pero prueben que a lo mejor es la octava maravilla literaria, nunca se sabe) pero la sensación es más o menos la misma: la de tener que construir todo. Y es muy, muy agradable.

Ya estamos en nuestra segunda semana en nuestra nueva casa, y ya parece una casa de verdad y todo. Hasta anora parecía más bien un almacen: un sitio muy grande lleno de cajas con un sofa cama para dormir en una esquina. Pero ya no. Las habitaciones son grandes espacios verdes, no estoy acostumbrado a tener tanto sitio libre. Os voy a describir mi kiwi un poco, si no os molesta.


Mi kiwi es un piso antiguo cerca de la playa de San Lorenzo, para quienes no conozcais Gijón tenemos dos playas en la zona digamos "urbana" de la ciudad, San Lorenzo y Poniente, San Lorenzo es la que corresponde a lo que se llama Barrio de la Arena y está considerado más como "el centro" mientras poniente es la zona más de nueva construcción. Mi kiwi está en segunda linea de playa, justo encima de una cervecería alemana que se llama Köln (Colonia en alemán, parece ser) y que tienen una cerveza estupenda a unos precios de chiste (con nombres tan chulos como Triumphator, que suena a lo que bebe la gente antes de ir a matar sajones) ninguna pinta llega a los cuatro euros de precio. La música varía entre jazz y hard rock dependiendo del humor del vikingo de dos metros y nudillos tatuados de detras de la barra. Hay neones de Jaggermaister y yo me siento muy comodo en ella.

Mi kiwi tiene las caracteristicas tipicas de un piso viejo: techos altos, suelos no tan rectos como debería, ventanas grandes... mide unos cien metros de aquí. Los metros de aquí son algo mayores que los metros de madrid. No se muy bien por qué, pero es así. Tiene tres habitaciones: una pequeña interior que usamos de trastero (y comodo zulo para cuando tenemos que acojer algún alergico a los gatos, porque a ellos no les dejamos entrar en ella) una mediana que usamos de habitación propiamente dicha y una muy grande (unos veinte metros cuadrados) que usamos como biblioteca/cuarto de ordenador/segundo salón. Está justo pegado al salón así que nos queda de facto un salón dividido en dos estancias: una con un sofa, mesa de comedor, mueble de la tele y otra con las estanterias de libros, un sofa grandote en el que tirarse a leer/vaguear/fornicar con babuinos la mesa del ordenador y un par de sillas de oficina. La segunda habitación quda tan despejada que hemos pensado poner un billar pequeño en el centro.
Por cierto, todos los sofas son sofas cama, asi que en un momento dado podemos acoger a seis personas comodoente y alguna más apretandose. Así que quien tenga ganas de pasear por la playa que lo diga.
Aparte de esto hay un baño co una bañera enorme, un pasillo largo y una cocina grande. Los michinos andan corriendo y derrapando todo el rato. Para ellos es como haberse mudado a un parque de atracciones.

Cuando nos mudamos dentro nuestro kiwi era blanco, porque los anteriores inquilinos eran una empresa de algo de tráfico y querían esa imagen de oficina y empresa seria que dan las paredes blancas. A la semana nos llegan de media dos requerimientos judiciales para ellos. Parece que el look no funcionó. No puedo decir que me sorprenda.
Ahora, como se pueden ustedes imaginar, es verde. MUY verde. A mi me encanta. Desde que entre y dije "dios mio, estoy dentro de un kiwi" se le pegó el nombre.
Soy feliz en mi kiwi.

Al tener el kiwi montado nos vamos relajando un poco, aunque todavía andamos tensos, como es lógico. De momento todo va bien, pero todo el proceso es un pulso a los nervios y yo llevo fatal las partes de espera. Tengo ganas de que los organismos oficiales que tienen que decir "sí" lo diga para poder ponerme con el local al 200%. Tengo muchisimas ganas de ello.

El local, por cierto, cada vez va cogiendo más forma: ya tiene luz electrica la mayor parte de las obras ya están terminadas (solo falta la reparación de los motores de las cámaras) y hemos empezado a llevar para allá cosas: la tele, la cámara de vinos, cajas con libros de cocina y cosas por el estilo. Dentro de poco empezaremos a pintarlo y esta semana ya empezaremos a pegarnos con proveedores. Las cosas pintan muy bien.

Por lo demás, que no todo puede ser curro y preocupaciones por muy positivas que sean, esta semana vamos a dedicar un día a la sana actividad de ir a castañas (cosa que no hacía desde ni se sabe y creo que Chrome no ha hecho nunca) y el sabado nos acercaremos hasta Mieres a un concierto de los Meteors (diez euros con otros seis grupos y regalan un cedese, si alguien le apetece que lo diga) y tomar cocktails de tamaño gigantesco en "El Gatopardo". Psichobillie y bloody maries para un sabado en la cuenca.

Y por hoy lo dejo, voy a comer un par de hamburguesas y uns patatas. Intentaré estar en contacto con ustedes por aquí y por facebook. Nos vemos.

No hay comentarios: