sábado, 17 de enero de 2009

Sobre la importancia de tener una correcta escala de valores

Por primera vez en mucho tiempo me encuentro ante la imposibilidad de escribir la entrada que me gustaría escribir. No me siento capaz de ensuciar la dignidad de personas que ni leen esto ni internet les importa una higa, y mucho menos de hacerlo para hacerles servir de ejemplo de un tema que ni les va ni les viene.
No lo tengo dentro.
Y eso que muy posiblemente a las personas en cuestión les daría absolutamente igual y el post resultante sería muy bonito y de esos que conmueven y hacen a uno sentirse tocado en lo mas "jondo" y todas esas cosas. Pero por suerte no soy periodista así que puedo prescindir de ello para quedarme con una versión más escueta de lo que me gustaría escribir. Espero que esta versión sepa transmitir de todas maneras mi opinión al respecto de este tema, aunque no contenga la carga sentimental, personal y emotiva que el post que tenía originalmente en cabeza transmitiría. Sirvale saber al lector, inexistente en la mayoría de los casos, que otra versión de este texto existe, en algún lugar de mi alocada cabecilla, donde hay nombres propios de gente que sufrió y murió. Mis agradecimientos a aquellos esporadicos lectores con tanto tiempo libre como pasarse por aquí a leer esto por permitirme que me evite la indignidad de escribir el post original. Pasemos, tras este pequeño preambulo, al post en si:

Las decloraciones de Ramón Calderón, presidente (edit: ex presidente, según leo) del Real Madrid Club de Futbol de que para el sería más facil "irse a trabajar a las minas" que aguantar el infierno que está pasando porque se hayan destapado sus chanchullos y haya perdido su actual poltrona es una muestra de insensibilidad y estupidez supina de tal tamaño que solo sería perdonable en alguien a quien los dioses hubieran señalado con un retraso mental congénito o con una experiencia vital tan escueta que lo más redondo que hubiera visto en su vida fuera una tableta de chocolate sin las onzas de las esquinas. Si de mi dependiera este señor sería considerado persona non grata en toda localidad, comunidad o zona que hay tenido que disfrutar y padecer los orgullos y sufrimientos que se derivan de vivir de la mineria, hasta que realmente se pusiera un mono y un casco y trabajar durante diez o quince años en ese ramo laboral que tan comodo se le presenta ante la dureza de ser presidente de un club de futbol.

PD: Yo juro que no se si es que la gente es gilipollas o es que habla por la mera diversión de oir el sonido de su voz, pero un dia de estos voy a cambiar la prensa por los superlopez, porque los cabreos que me agarro algunos días con las declaraciones de algunos personajes no son ni medio normales.

2 comentarios:

G. dijo...

No entiendo qué hace este señor entonces que no está picando piedras. Debe de ser masoquista o algo así.

HK dijo...

¿Verdad que si? pobrecito teniendo que sufrir en su mercedes hombre...

A veces REALMENTE no puedo con la gente.