martes, 30 de junio de 2009

Gatos, huidas, secuestros.

Billie es nuestra gata mayor. Lleva conmigo desde que Cloe empezo a colarse en mi casa por las mañanas en vez de ir a la facultad y con Cloe unos diez años. Es una gata particular, gruñona y ruidosa, maulla por todo con una voz muy ronca. Ha tenido temporadas de pasarlo muy mal. Parte de su vida la paso cerrada en una habitación, por desconocimiento humano que no por malicia, y como no se la castró cuando se debía hubo que vaciarla de urgencia y casi se nos muere. Por los problemas que ha tenido tiene el pelo muy debil, a menudo las patas de atras se le quedan peladas y la barriga también, la llevamos al veterinario a que se lo mirara y nos dijo que el tratamiento eran corticoides, así que podiamos elegir entre que nuestra gata estuviera guapa o sana. Para nosotros está muy guapa así: sana. Billie es la matriarca de nuestro pequeño clan de gatos y con nosotros es muy cariñosa y la queremos un montón.

Billie es muy dada a las huidas, y siempre hemos tenido miedo de que un día se nos iba a escapar y nos ibamos a quedar sin ella. Por surte como es ruidosa y maullona nos solemos enterar y la cosa se queda en dar un paseo escaleras arriba o escaleras abajo a buscarla. Pero a mi ya me ha tocado ir a buscarla al piso de un vecino a las dos de la mañana y al tejado de un cuarto piso en la calle lavapies. En paños menores. Ejem.

Y esta semana pasó lo que temiamos: Billie se escapó y no nos dimos cuenta.
Por datos posteriores sabemos que se escabulló cuando nosotros llegamos a casa el viernes por la noce, pero no la echamos en falta hasta el sabado por la noche. Cloe se preocupó porque llevaba tiempo sin verla, así que nos pusimos a hacer una inspección para asegurarnos que no estaba metoda en elgún armario (uno de sus hobbies) o similar. Después de mucho buscar y recurrir al metodo de ponerles comida hmeda y que no apareciera estuvimos seguros: Billie se había escapado.

Como eran cosa de las cuatro de la mañana no había gran cosa que pudieramos hacer (aunque hubo quien incluso a esa hora se preocupó por el tema y nos intento ehar una mano, y cuando lea esto sabrá que es ella y que se lo agradecemos y no se nos va a olvidar) así que os fuimos a la cama tristuchos, preocupados.

Al día siguente era domingo, yo me lenanté y automaticamente me fuí a hacer la ronda: piqué a todos los vecionos para ver si alguien la había visto (aunque nadie abrió, porque domingo por la mañana es mal momento para picar a pisos en mi portal) revisé el solar de enfrente, di una vuelta a la manzana abuscar posibles colonias de callejeros donde se pudiera haber refugiado. Hicimos y colgamos carteles, nos fuimos a trabajar y desde el trabajo estuvimos llamando a clinicas veterinarias que tuvieran telefono de urgencias (y por lo tanto se les pudiera llamar e domingo) para ver si alguien les había llevado una gata. Billie tiene microchip, así que es facil de identificar.

Hasta aquí lo normal. La triste historia del chico que perdió a su gata. Si se lo mando a Barco de Vapor igual me lo publica. Pero al volver a casa empezo lo raro.

Al volver nos cruzamos en la escalera con nuestra vecina del tercero derecha, una señora que la palabra que mejor la describe es "peculiar". Una vez la vecina de abajo subió a pedirle que bajara la tele que hacía mucho ruido y ella le dijo que la tenía que tener así para espantar a los fantasmas. Ya digo, peculliar. Cloe le dice que si ve una gata por el portal que por favor nos avise que es la nuestra, y la señora nos dice que si que la ha visto, el viernes por la noche.¡, que a eso de las cuatro de la mañana ella llegaba y la gata estaba en las escaleras, que dos vecinas más que andaban por el portal a esa hora también la vieron (si, mi portal tiene mucha vida nocturna. Por eso los domingos por la mañana no es buena hora para picar puertas) pero que ella la dejó allí porque no sabía si era de algún piso o había entrado de la calle. Así que con estas noticias frescas, y siendo ya una hora en la que nuestros vecinos deberían haber amanecido nos fuimos otra vez a picar puertas. La señora mientras se va a trabajar y nos dice que ella vuelve entre las once y las tres según el día, que si ve algo más nos avisa.

En el cuarto piso nos encontramos a un chico argentino que es, junto con su novia, otro de los vecinos que han visto a Billie, su historia es la misma salvo por un detalle: el dice que ha visto a la señora "peculiar" darle agua a la gata y metersela en casa.

¿Ein?

No puede ser, acabamos de hablar con ella y nos ha dicho que no, se tiene que estar usted equivocando porteño mio (que ademas a las cuatro del viernes podía usted venir tanteando)
Pero como Billie es una gata muy ruidosa... picamos al timbre y hacemos un poco de ruido en la puerta de la señora, sabiendo que ella no está, y en menos de un minuto los maullidos de Billie se empiezan a oir claramente dentro de la casa.

Recapitulemos:

-Nuestra gata está desaparecida desde hace dos días.
-Nuestra gata, parece ser, lleva desde entonces en casa de esta señora, digamos peculiar, desde entonces
-Esta señora nos ha dicho que ella no tiene a nuestra gata.
-Chungo.

Nos ponemos a hacer guardia ante su puerta, llamamos a nuestro casero el cual nos dice que lo siente pero no nos puede ayudar, porque esta señora es la única inquilina de la cual no tiene telefono, porque ella no tiene ni fijo ni movil. Tampoco sabe donde trabaja porque ella nunca se lo ha dicho. Ya digo, peculiar.

La tarde la pasamos oyendo más historias de la señora peculiar (como murió su marido, el olor que había en la casa cuando entraron, que copulaba con Norman Bates...) y rechazando amables invitaciones de los vecinos del cuarto que daban una fiesta para que subieramos a tomar una cervecita mientras esperabamos. Y pensando un plan de acción para cuando llegase la señora. Finalmente decidimos que para evitar lios y sacar a Billie (que lleva toda la tarde llorando junto a la puerta como una desesperada) lo mejor es hacernos los tontos y fingir que nos creemos que la gata se puede haber metido en su casa sin que se de cuenta y llevar dos dias ahi sin que ella la viera. También hablamos con la polcia para saber que tenemos que hacer si la señora se pone tonta y no os quiere devolver a la gata. Aparece la posibilidad de acabar el día todos en comisaria.

A las once de la noche llega la señora, despues de más de cinco horas de espera por turnos. Nos hacemos los tontos y cuela, la señora abre la puerta y Billie sale, hablamos un minutito más con la peculiar, para hacer más convincente el numerito y nos vamos.

Billie está en casa.

Y yo tengo nada más que dos cosas en la cabeza. La primera es que no entiendo por que cojones, estando las protectoras de animales llenas de bichos sin hogar alguien decide hacerme la puñeta y quedarse con mi gata. Porque en este portal nos conocemos todos y la señora podia haber descubierto que la gata era mi gata en cero coma. Eso sin tener en cuenta que se lo dijimos nosotros. Me supera. No lo entiendo. Porque ahí está la descripción de Billie, no es un cachorrito, es preciosa para mi, pero es una gata mayor y gruñona. No lo entiendo.
La segunda es que no se si no complicarme la vida y dejar que la rueda del karma se ocupe de la señora o si ocuparme yo. Porque hacerle putadas a un vecino es tan facil que asusta, porque los palillos y el loctites son muy baratos y los cerrajeros cuestan una pasta, porque hay cientos d emormones que si les llamas y les dices "por favor vengan a mi domicilio a las ocho de la mañana a traerme la palabra de dios" van a ese domicilio y eso sin mencionar el apabullante numero de publicaciones pornograficas zoofilas a las que puedes sucribir a una persona solo con tener su numero de cuenta (que teniendo acceso al buzón de alguien puedes conseguir con gran facilidad)

En fin, ya veremos. De momento Billie está en casa.

3 comentarios:

G. dijo...

Realmente surrealista O_O

Unknown dijo...

Bizarre. Suscríbela a Bizarre.

HK dijo...

Charlotte: Vaya que si. Es que toda la señora es pasto se Buñuel.

Arth: Como ya se dijo en los comentarios en otro sitio no, que igual le gusta.