sábado, 21 de marzo de 2009

10 minutos...

... de tranquilidad antes de que se abran las puertas, mientras la salsa de naranja se reduce y las fabas de la granja para el magret de pato se acaban de cocer. Korsakov suena en los altavoces (gracias Publico) y mi infusión de hivisco, roibos y no se que más es el mejor desayuno concebible. Pensamientos. Simples, sencillos. Hay que subir el precio al bacalao. Pensar un plato con oricios. Comprar un whisky extra-mega-caro que te cagas, tipo Aldber cask strengh de añada, o un The Dalmore 40 años, para que el proximo pavito que pida "el mejor whisky que tengas, y que no te de miedo cobrarlo" se acuerde de nosotros toda su vida.

Zen.

Hora de abrir la puerta y ganar otra batalla.

No hay comentarios: