El puñetero calor de Madrid no me deja hacer nada. Mis actividades han sido limitadas a las absolutamente obligatorias (trabajo y cosas así) y a las que se pueden ealizar sin estres alguno y frente a mi cacharro de fabreicar frío.
El sábado nos volvemos a Gijón. Si alguien espera alguna llamada y no la recibe sorry.
martes, 5 de agosto de 2008
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